En esta etapa todos los nutrientes que tu bebé recién nacido necesita son proporcionados por la lactancia, o en caso de que no puedas darle de tu leche, ésta puede ser sustituida por una formula láctea la cual debes elegir con la ayuda de tu pediatra. Sin embargo, te recomendamos mucho que le des leche materna a tu bebé, ya que es la mejor fuente de alimentación y le brinda muchos beneficios de salud al bebé y a la mamá.
Durante la lactancia, debes tomar en cuenta que todo lo que ingieras tiene un efecto positivo o negativo en tu leche. Por lo tanto debes llevar una alimentación adecuada, estar al tanto de no ingerir medicamentos contraindicados y evitar ciertos alimentos o sustancias que pueden perjudicar a tu bebé por medio de la leche tales como el café, el té, las bebidas alcohólicas, el tabaco, las bebidas estimulantes tipo Red Bull, las bebidas energéticas tipo Gatorade y los refrescos, sobre todo los de cola.
Si estás amamantando en esta etapa, es muy difícil darle demasiado de comer a tu bebé. Simplemente amamanta a tu bebé cada vez que te lo pida y asegúrate de que esté subiendo de peso de un modo saludable. Es importante notar que en los primeros días es natural que tu bebé baje de peso. Sin embargo, para el día 4-5 el bebé deberá empezar a subir de peso.
Ahora que si le estás dando fórmula a tu bebé, puedes calcular su capacidad gástrica, es decir la cantidad de leche que la pancita del bebé puede consumir por cada toma, de una manera muy sencilla con la siguiente fórmula:
Edad (meses) + 3 = Número de onzas.
1 onza = 30 ml.
Para calcular la capacidad gástrica de un bebé recién nacido, te recomendamos hacerlo de la siguiente manera:
0 meses + 3 = 3 onzas = 90 ml
Muchas veces se indica que la fórmula se modifique a: Edad + 2 = Número de onzas si tu bebé presenta muchos cólicos por tragar aire al comer. Además debes tomar en cuenta que cada bebé es diferente y muchas veces tu bebé puede necesitar un poco más o un poco menos de lo que indica la fórmula. Estos cálculos los lograrás de manera natural, ya que irás conociendo las necesidades de tu hijo. De la misma manera notarás que cada mes tu bebé hará comidas más abundantes y por lo tanto menos frecuentes.
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